sábado, 30 de agosto de 2008

La invasión vendrá por el Orinoco

La invasión vendrá por el Orinoco

Por: Braulio Martínez Zerpa
Fecha de publicación: 25/07/06


En otros artículos he planteado que existen tres hipótesis concernientes a una posible invasión de Venezuela por parte del Imperio Yankee: la primera, que correspondería a una invasión directa por parte de dicho imperio; la segunda, se realizaría a través de la utilización de un tercer país; y, la tercera que se correspondería con una combinación de las dos anteriores. Ahora analicemos por separado cada una de estas hipótesis:

PRIMERA HIPÓTESIS: Invasión directa por el Imperio Yanqui.

Comenzaremos analizando el carácter de ése pueblo. El pueblo Yanqui es, en principio, un pueblo gavillero, pandillero y patotero; individualmente son sumisos y sin atrevimiento suficiente para emprender cualquier operación riesgosa, sólo lo hacen cuando se juntan en partidas y, siempre y cuando exista una superioridad numérica y tecnológica abrumadora por parte de ellos. Así vemos como en las últimas invasiones de este Imperio estos elementos han estado presentes; veamos: Yugoslavia, un País pequeño, prácticamente desarmado y sin el apoyo de la extinta Unión Soviética (nunca lo hicieron cuando Yugoslavia era parte de ese otro Imperio). Afganistán: un País sin fuerzas armadas, su defensa era ejercida por grupos de milicianos que fundamentalmente contaban con su coraje como arma defensiva predominante, allí nuevamente la pandilla hizo de las suyas. Iraq: éste País fue sometido a un constante bombardeo durante un tiempo aproximado de diez años, de manera de debilitarlo lo suficiente como para que los riesgos sean imperceptibles. Recuerden que durante la llamada guerra del desierto, papá Bush no se atrevió a invadir Iraq, ya que, según sus propias palabras los riesgos iban a ser muy grandes, a pesar de que para ese entonces la superioridad del Imperio era significativa. Ellos escogen a países pequeños como posibles contendientes; ejemplo; Corea del Norte, Cuba, Venezuela y otros, donde su superioridad sea la indicada para que la pandilla se imponga; pero, no vemos que desafíe a cualquier país de mediana fortaleza, porque las pandillas lo que esconden detrás de sí es su gran cobardía.

Cómo operaría la estrategia del Imperio en la materialización de ésta hipótesis, en base al modus operandi patotérico ya analizado. En primer lugar, nos someterían a un sistemático bombardeo con el fin de destruir nuestra Fuerza Armada; atacarían nuestras industrias básicas, entre ellas a nuestras represas generadoras de electricidad, nuestros embalses de agua potable, nuestros puertos y aeropuertos, carreteras, puentes, medios de transporte, etc, etc.. Después, la pandilla puede invadir y para ello utilizarían desembarcos anfibios en nuestras costas, fundamentalmente a través del Orinoco, ya que en esa zona se encuentran objetivos estratégicos fundamentales: tales como: La faja petrolífera del Orinoco, las fuentes de hidro-electricidad, el hierro, el aluminio, el uranio, etc. Una invasión a través del Orinoco tendría la ventaja, para el invasor, de partir el País en dos espacios geográficos, privándonos de entrada de todos estos recursos vitales a nuestra existencia; y, a partir del mismo Orinoco realizar ataques en pinza hacia el Norte, lo cual facilitaría la consolidación de todo el territorio nacional. Nuestro Libertador Simón Bolívar vislumbró ésta ventaja estratégica (recuérdese la Campaña de Angostura), que a la postre, a través de la Batalla de Carabobo, nos dio nuestra independencia.

Ahora bién, nos quedaría, como acto seguido, responder a la pregunta de QUÉ HACER. Lo primero que tendríamos que realizar sería dotar a estas fuentes hidro-eléctricas de suficiente defensa tierra-aire, tanto de baja, mediana y gran altura para evitar el bombardeo aéreo ( si no las tenemos debemos adquirirlas de inmediato). Estas unidades de defensa aérea deben, igualmente, instalarse en nuestros aeropuertos, puertos navales, bases aéreas, bases navales, fuertes terrestres, dependencias oficiales, embalses de agua, en puentes importantes como el puente sobre el Lago de Maracaibo y sobre El Orinoco, refinerías, oleoductos, campos petroleros, poblaciones importantes, etc.

Muy importante, las islas tales como: Margarita, La Tortuga, La Orchila y los Roques deben ser fortificadas, tal y como hicieron los españoles durante la colonia, para evitar que sean tomadas para controlar el tráfico marítimo, para que sirvan de puerto a las naves imperiales de guerra o que sirvan para instalar bases de cohetes contra tierra firme.
Cualquier desembarco a nuestras costas sólo es posible hacerlo en zonas de playa o de puertos, en consecuencia, deben ser observadas cuidadosamente, a través de reconocimiento aéreo, así como disponer de fuerzas móviles para contrarrestarlos.

En cuanto a la aviación de combate, en un artículo publicado recientemente en estas páginas, denominado Carta Abierta al Ciudadano Presidente de la República, en Relación a la Adquisición de los sukhoi-30, expresé que en vez de comprar 24 aviones, comprara 30 y creara con ellos la Escuela Avanzada de Combate, para entrenar a nuestros pilotos de caza; y que, adquiriera 72 aviones Sukhoi 35, que tiene mayores prestaciones que el Sukhoi 30, tiene un mayor radio de acción, lleva más cargas externas, puede lanzar cohetes aire-aire al doble de la distancia ( 400 Kms.), lleva cohetes que pueden hundir un porta-aviones. En síntesis, esta sería el arma ideal para disuadir al Imperio de no cometer la locura de invadirnos, porque donde hay riesgos para ellos no invaden, tan sencillo como eso.

En cuanto a la defensa del Orinoco, existen unos misiles submarinos fabricados en la hermana República de Irán, que está considerado como el más veloz del mundo (360 KPH), el cual es cuatro veces más veloz que un torpedo. Rusia tiene uno de igual características denominado VA 111 Shkval, que son capaces de hundir cualquier barco o submarino; yo recomiendo que se adquiera un número significativo de estos misiles submarinos a objeto de colocarlos en nuestras naves de guerra, puertos y en la desembocadura del Orinoco, concretamente en Macareo, creando un Puesto Fluvial en dicho sitio. Igualmente, deben colocarse lanchas torpederas entre Macareo y la desembocadura del Río Arauca.

SEGUNDA HIPÓTESIS: Invasión a través de un tercer País.

Si cumplimos con la defensa y equipamiento antes señalado, entonces, es muy probable que el Imperio no se decida a correr los riesgos de un ataque directo y recurra a un tercer país, que no puede ser otro que “la hermana” República de Colombia y para lo cual han creado el llamado Plan Colombia; sin embargo, dada la amistad y entendimiento de los Presidentes de ambas Repúblicas, ésta hipótesis es poco probable que se lleve a cabo, pero hay que prepararse por aquello de que “donde manda capitán no manda marinero” y todos sabemos que el Gobierno de ese País es un seguidor incondicional del Imperio.

Para esta hipótesis es válido todo lo dicho para la analizada anteriormente, pero con la añadidura de que la aviación de combate cobraría una importancia capital, dado que nos permitiría neutralizar toda su infraestructura. Esto nos obliga a adquirir los 72 aviones Sukhoi 35 con toda su carga mortífera, igualmente, dotarnos de armas anti-tanque y lanza cohetes tierra-aire.

TERCERA HIPÓTESIS: Una combinación de las dos hipótesis anteriores.

Esta, a la luz de éste análisis luce como la más probable, debido a que los ataques nos vendrían tanto por el Norte, el Este como por el Oeste, por lo tanto, no debemos escatimar en los gastos necesarios para defendernos o de lo contrario seremos nuevamente COLONIA.

Braulio Martínez Zerpa, coronel de Aviación en situación de retiro y abogado de la República.

brauliomartinez@cantv.net



http://www.aporrea.org/tiburon/a23847.html

viernes, 8 de agosto de 2008

Aviones Rusos

Desde mi refugio

Aviones Rusos

Por: Alberto Müller Rojas*

Fecha de publicación: 07/05/06



Pareciera que el Gral. Maximiliano Hernández, ex Comandante de la Aviación Militar venezolana, recibió su diploma de Estado Mayor en una botella de refrescos. Declaró recientemente una necedad: que la compra de aviones venezolana obedece a una manifestación política por el enfrentamiento con los EEUU. Se podría preguntarle ¿qué razón impulsó la compra que él realizase de los aviones F-16? Una compra que personalmente cuestioné, en mi condición de Jefe de la División de Operaciones del Estado Mayor Conjunto, en sus términos originales. ¿No tenía aquella adquisición una motivación política dado el enfrentamiento, no de Venezuela sino de los EEUU, con la URSS. ¿No tiene todo acto estratégico –y la adquisición de material de guerra por un Estado forma parte de su estrategia genética[1]- un significado político? Se podría admitir como lo señala Maximiliano que en este caso las líneas de abastecimiento de repuestos son muy largas. Pero acaso, en el contrato de adquisición de los F-16 (no hubo tal contrato sino una simple carta de intención) se preveía la transferencia tecnológica contemplada en las actuales contrataciones que asegurarían, dependiendo de la voluntad propia, la autonomía estratégica correspondiente. ¿No pretendía este oficial sustituir toda nuestra aviación de combate por el caza-bombardero yanqui, sacrificando la variedad de proveedores que nos aseguraba esa relativa independencia?. Esto último el hecho que motivó mi oposición, hecha pública por la revista Resumen, al programa inicial de adquisición.

Las respuestas a las anteriores interrogantes deja claro que el compromiso del citado general era con los abastecedores gringos y no con el Estado venezolano. Y al parecer ello continúa siendo así. O es que no entiende Vásquez que la transferencia de armas no es un negocio cualquiera, sino una transacción que implica coincidencias políticas, con posibles consecuencias en alianzas estratégicas entre estados que tienen intereses comunes. ¿No son semejantes los objetivos de la política exterior rusa y venezolana, cuando ambos buscan la vigencia de un orden internacional multipolar en contra del unilateralismo estadounidense? ¿Alguna vez paseo sus ojos el ilustre general, siquiera sobre algún artículo que estudiase los problemas geopolíticos de la actualidad, incluyendo entre ellos los publicados por Zbigniew Brzezinnski, el especialista en la materia más reputado en los EEUU? Estoy seguro que no, porque si así fuese conocería los objetivos estratégicos yanquis y entendería la oposición, realmente frágil del gobierno venezolano, pero si concreta de gobiernos como el ruso, el chino, el hindú, el francés y el alemán. Sin dudas, al oír sus opiniones, tenemos que concluir, o que se trata de un lego en la materia, o de un tonto útil. Conociéndolo, creo que es las dos cosas.

Pero su ignorancia no se queda allí en el terreno estratégico. También abarca el campo táctico, de donde se puede inferir que su diploma de estudios en este ámbito, propio de los tenientes y capitanes, también es chimbo. Cuando afirma que rompe la “doctrina aérea” la asignación de los helicópteros rusos, recién llegados al país, a la Aviación del Ejército, ratifica que no sabe diferenciar una operación aerotransportada, propia del componente aéreo de la Fuerza Armada, de una aeromóvil, característica de la guerra terrestre actual. No está al corriente que desde la década de los 70 los helicópteros han venido sustituyendo a los tanques, que a su vez reemplazaron a la caballería hipomóvil en las operaciones de reconocimiento, envolvimiento y desbordamiento propias de las maniobras tácticas terrestres. En resumen, este oficial no califica como analista militar. Es posible que haya sido un buen piloto. Pero esa habilidad sólo lo coloca en el timón de una aeronave, no lo ubica como un líder castrense ni como un orientador de la opinión publica en materia de defensa. Lo que un profesional conciente busca es la credibilidad, y ella solo la proporciona su dominio de la teoría, praxis y práctica de su oficio. Por ello es siempre sabia aquella recomendación contenida en las tapas de las cajas de fósforos que decía “antes de opinar, infórmate” Y esto es más válido en una cuestión tan seria como la guerra, donde esta en juego el destino de los pueblos. Tal asunto no puede ser materia de politiquería barata como la que hoy hace la oposición en Venezuela, incluso a costas del dolor ajeno.


[1] La praxis destinada a fortalecer el poder militar de un Estado

* alberto_muller2003@yahoo.com


http://www.aporrea.org/internacionales/a21694.html