miércoles, 2 de diciembre de 2009

El K-8 Karakorum, el instructor de la ALBA, PARTE 2







El gobierno estadounidense es la oficina de ventas, de las industrias chinas y rusas.

Eso es lo que se puede deducir de lo que ha sucedido con la venta del K-8 a dos de los países de la ALBA, y no precisamente por la buena o mala calidad de estas aeronaves.

Por décadas, Estados Unidos se reservó el derecho de seleccionar y de entrenar a los futuros jefes militares de las republiquetas de su patio trasero (un sistema simple pero eficaz, cuya explicación desbordaría el fin ultimo de este articulo), lavándoles el cerebro al punto tal, de que estos se convertían en sus principales agentes de ventas, para sus propios países de orígen, de productos estadounidenses. En plena guerra fría, la conducta robótica de estos mandos militares pasaba desapercibida porque o se estaba con el Bloque soviético, o se estaba con el Bloque yanki. Seguramente, la extinta URSS hizo un trabajo sicológico similar con los militares de su orbita, pues los imperios no son imperios de la noche a la mañana, y no lo son porque alguien un día se levantó con el pie equivocado, es una consecución de hechos que llevan a ese orden de cosas. Todos los imperios conocidos en la historia, han cuidado celosamente sus sistema de cooptación de colaboradores en las tierras que conquistan, no es un hecho aislado o unico del Imperio yanki.

Sin embargo, una vez cae el Muro de Berlín (y con ello, la URSS y su Bloque), y el mercado internacional del armamento se expande a lo que anteriormente era el Bloque Soviético y Oriental, con precios cada vez más competitivo, y relaciones “costo-eficacia” simplemente insuperables para muchos proveedores occidentales, comienzan a evidenciarse, a hacerse más visibles las conductas robóticas en mucho de nuestros países, precisamente, al defender estos, productos estadounidenses o europeos, no necesariamente superiores en cuanto a la relación "costo-eficacia" respecto a los de otras procedencias.

De haberlo querido (y con la ayuda de sus robots), Washington hubiese casi quebrado a muchas industrias rusas o chinas, sino hubiesen optado por los fulanos “Vetos Militares” (traído de los cabellos muchos de ellos).

¿Acaso un error del Pentágono?... esperemos que así sea, y no que haya sido alguna estrategia oculta aun no percibida por el común de las personas. O que en definitiva una parte de Latinoamérica, despertó y ahora toma decisiones soberanas de verdad.


El caso boliviano

Esta conducta robótica explica, el absurdo extremo del caso boliviano, donde una fuerza aérea sin aviación de combate supersónica, plagada de grandes necesidades, con un país en plena reconstrucción, opta por el modelo de entrenador más costoso entre los costosos (???)

¿Quién podía recomendar al alto gobierno boliviano, una opción así?

Solo uno de esos robots formados por Wahington por décadas, el tristemente celebre general Luis Trigo, máxima autoridad militar de Bolivia en su momento, y quien venía de ser el jefe de la fuerza aérea boliviana, por si no fuera poco.

Afortunadamente, Washington actuó rápido, y no permitió la venta de los aviones checos L-159 (los lujosos aviones en cuestión), debido a que Estados Unidos mantienen un autentico monopolio internacional, en cuanto a plantas motrices de la mayoría de los aviones producidos en Occidente. A Bolivia también se le negó la venta de los aviones brasileños Super Tucano.

Esta reconducción de recursos, le ha permitido a Bolivia, embarcarse en planes muchos más ambiciosos y eficaces como la compra de aeronaves de transporte (MA-60 y An-148) y helicópteros (Mi-17). Y claro adquirir seis aviones chinos K-8.



El caso venezolano

El caso venezolano, no es muy distinto al boliviano.

Para la década de los años 90, ya la fuerza aérea venezolana carecía de las aeronaves de instrucción adecuadas para garantizar todo el tren de entrenamiento para formar a los pilotos de caza, pero algunas publicaciones especializadas de la época, ya para finales de esa década y principio de la década actual, señalaron el interés de Venezuela en establecer un tren de adiestramiento conformado por los aviones de instrucción primaria italianos SIAI-Marchetti SF-260E (sustitutos directos de los VT-34A Mentor), los también italianos pero de instrucción intermedia AerMacchi MB.339FD (sustitutos directos de los T-2D Buckeye), y finalmente, los aviones de instrucción avanzada italo-brasileños AMX-T (sustitutos directos de los F-5B, que han ejercido este rol a falta de una aeronave más especializada). Estos rumores se confirmaron, primero con la compra de doce aeronaves SF-260EV (el modelo más costoso en su tipo, por cierto); y posteriormente por el pedido de dieciocho aeronaves AMX-T, cuyo programa de adquisición se encontraba sumamente avanzado para el momento en que el veto yanki hace acto de presencia. Venezuela también solicitó a Brasil una partida de aeronaves A-29/T-29 Super Tucano, e incluso de algunas aeronaves del modelo previo, T-27 Tucano, así como repuestos para las aeronaves en servicio. Los MB.339FD nunca fueron anunciados oficialmente, pero la variante biplaza de instrucción de los Super Tucano (T-29), son los que cumplirían el rol de instrucción intermedio, a falta de los MB.339FD.

Así, con los modelos más costosos de cada tipo, llegamos al final de la presente década, en espera de adquirirlos, y de que Estados Unidos suavizara el embargo (injustificado por demás). Muy ilusos los que habrían de pensar así.

Afortunadamente, se tomó la sabia decisión de adquirir los económicos y útiles aviones chinos K-8.


Otros países de la ALBA

Ecuador ha optado por los aviones Super Tucano, y han corrido con suerte de que ya el programa este muy adelantado, y sobretodo que Estados Unidos no puede seguir con el "gatillo alegre" con este instrumento que se llama “Veto Militar”, ordenándolo a diestra y siniestra contra todo país que vaya contra sus imperiales acciones.

Cuba y Nicaragua, son dos países de la ALBA con una interesante posibilidad de adquirir estos mismos entrenadores. Pero de momento nada confirmado.


No son entrenadores avanzados

No sabemos con que animo, con que intención oculta, se ha repetido en diversas fuentes periodísticas que estas aeronaves son de adiestramiento avanzado. Son naves subsónicas, de instrucción intermedia o básica.

Su variante armada, puede realizar a la perfección misiones tipo COIN, Interdicción de aeronaves del narcotráfico, y apoyo cercano diverso, tal cual lo garantizaría una aeronave similar a los Super Tucano.

Por lo que desconocemos, la insistencia en calificarlos como “entrenadores avanzados”.

Afortunadamente, tuvo que pronunciarse el propio gobierno venezolano, a través del ministro de la secretaría, Luis Reyes Reyes (ex – piloto de caza), confirmando el interés del gobierno en otra aeronave del mismo origen, pero esta vez de instrucción avanzada, para destruir esa matriz de opinión, por demás extraña de hacer ver a los K-8 como supuestos “entrenadores avanzados”.


K-11, en vez de K-8

Existe la firme posibilidad de que Venezuela y Bolivia, y los países de la ALBA que lo soliciten, reciban la versión K-11 en vez de la original K-8, por cuanto el modelo original, chino-pakistaní K-8 Karakorum, esta motorizado por un turbofan Honeywell TFE731-2A-2A, de origen estadounidense. Pero China, sobre la cual también pesa un “Veto Militar” (para que vean que lo de “gatillo alegre” no es cuento), decidió sustituir este por un turbofan ucraniano del modelo Ivchenko AI-25TLK; a su vez los chinos replicaron este turbofan con ingeniería inversa, y se cree que sus últimos 100 ejemplares recibidos, poseen un turbofan WS-11. En consecuencia, es muy probable que el modelo que recibirá Venezuela y Bolivia, sea justo el L-11, cuya denominación de exportación vendría a ser K-11.

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