Comentarios sobre los Su-35:
Respecto a su segunda carta, señor coronel Martínez Zerpa, hacemos las siguientes consideraciones.
Quizás sea un atrevimiento nuestro, pero consideramos que la Aviación Militar de Venezuela, debe trabajar en función de ir creando tres Divisiones Aéreas (que vamos a llamar: Cuerpos de Aviación), cada uno autosuficiente en la medida de las posibilidades, y capaces de actuar aisladamente. Uno desplegado en el Occidente del País, otro en la zona central y el otro en la zona Sur-Oriental de la nación.
Cada uno de estos Cuerpos de Aviación deberá ser capaz de enfrentar simultáneamente, y de manera simétrica, a una fuerza equivalente a un Grupo de Batalla yanki (100~135 aeronaves, incluidos helicópteros auxiliares y aeronaves de patrullaje, alerta temprana y guerra electrónica), o sea, a un portaaviones yanki más las unidades de patrullaje que estos despliegan en tierra.
EE.UU. no desplegara más de un portaaviones en la zona, pues el Mar Caribe es una zona cerrada no muy segura para este, pero debemos estar concientes de que al menos un portaaviones encabezara la futura 4ta Flota, el cual seguramente evitara el Caribe, y nos los podrían lanzar por nuestra Fachada Atlántica. Así mismo, en un momento de crisis es casi seguro de que estos desplegaran otro portaaviones frente a al costa pacifica de Colombia. Pero lo que si es cierto y podemos contar con ello, es que elementos de la USAF y de la USNAG, utilizarían las bases yankis en Centroamérica, el Caribe y Colombia.
Existen muchas variables en juego: la posible o negada ayuda de potencias europeas, la posible o negada ayuda de algunos países latinoamericanos (lamentablemente, ya podemos contar con la disposición manifiesta de Colombia y sus fuerzas militares, para casi cualquier aventura imperial por disparatada que esta sea), pero también la ya decidida y abierta oposición de Cuba, Nicaragua y Ecuador a una aventura yanki, por lo que podemos decir que debemos coordinar con estas tres naciones (inicialmente) para una estrategia de defensa integral, masiva y dispersiva, debemos lograr que cada día más generales y almirantes yankis como Fallon renuncien por la inviabilidad de acciones militares contra una nación insumisa. Cuba, con las respectivas modernizaciones que ya urge tener, puede significar por si mismo, lo equivalente a dos o tres portaaviones, Ecuador una vez reciba la modernización de su fuerza que es casi seguro que vega tras esta acción colombiana, deberá garantizar por si sola una fuerza equivalente a un portaaviones. Así, y con todas estas seis o siete revolucionarias unidades equivalentes a igual cantidad de grupos de batalla yanki, estos últimos, movilizaran a sus unidades de la USNAG de los estados sureños, y mantendrán siempre una ventaja numérica, pero es en este momento en que se podría recurrir a tácticas y estrategias de guerra asimetría aérea, que no abordaremos por considerarlas comprometedoras a la seguridad nacional.
Con este queremos explicar que más que los 72 cazas Su-35 que usted propone, hay que equipar lo equivalente a tres divisiones aéreas, esto incluye la sustitución de la flota de cazas ligeros (VF-5, F-16 y Mirage-50), el incremento de la flota de Su-30MK2, y finalmente la compra de los Su-35. Las cifras sugeridas podrían ser las siguientes:
72 Su-35
72 Su-30MK2
72 MiG-35 (para sustituir a los cazas ligeros)
A esto habrá que añadir las aeronaves de adiestramiento intermedio y avanzado (como los mencionados extraoficialmente K-8 y L-15 chinos), las aeronaves (helicópteros) de rescate SAR y CSAR, reconocimiento, reabastecimiento en vuelo, guerra electrónica y alerta temprana, que requiera cada una de las tres divisiones aéreas en cuestión.
Venezuela así mismo deberá ir pensado desde ya en la posibilidad de adquirir bombarderos medianos como los Tu-22 (aunque sean usados) o bombarderos ligeros como los Su-32 (políticamente mucho más viables, toda vez que Brasil también esta pensando en ellos, incluso la empresa Sukhoi realizó hace un par de años una demostración en Brasil de estas naves, las cuales cuentan con un interesante versión de ataque naval: Su-34FN).
Un Imperio desquiciado obliga a estas medidas y así habrá que hacérselo ver a la población toda.
Quizás sea un atrevimiento nuestro, pero consideramos que la Aviación Militar de Venezuela, debe trabajar en función de ir creando tres Divisiones Aéreas (que vamos a llamar: Cuerpos de Aviación), cada uno autosuficiente en la medida de las posibilidades, y capaces de actuar aisladamente. Uno desplegado en el Occidente del País, otro en la zona central y el otro en la zona Sur-Oriental de la nación.
Cada uno de estos Cuerpos de Aviación deberá ser capaz de enfrentar simultáneamente, y de manera simétrica, a una fuerza equivalente a un Grupo de Batalla yanki (100~135 aeronaves, incluidos helicópteros auxiliares y aeronaves de patrullaje, alerta temprana y guerra electrónica), o sea, a un portaaviones yanki más las unidades de patrullaje que estos despliegan en tierra.
EE.UU. no desplegara más de un portaaviones en la zona, pues el Mar Caribe es una zona cerrada no muy segura para este, pero debemos estar concientes de que al menos un portaaviones encabezara la futura 4ta Flota, el cual seguramente evitara el Caribe, y nos los podrían lanzar por nuestra Fachada Atlántica. Así mismo, en un momento de crisis es casi seguro de que estos desplegaran otro portaaviones frente a al costa pacifica de Colombia. Pero lo que si es cierto y podemos contar con ello, es que elementos de la USAF y de la USNAG, utilizarían las bases yankis en Centroamérica, el Caribe y Colombia.
Existen muchas variables en juego: la posible o negada ayuda de potencias europeas, la posible o negada ayuda de algunos países latinoamericanos (lamentablemente, ya podemos contar con la disposición manifiesta de Colombia y sus fuerzas militares, para casi cualquier aventura imperial por disparatada que esta sea), pero también la ya decidida y abierta oposición de Cuba, Nicaragua y Ecuador a una aventura yanki, por lo que podemos decir que debemos coordinar con estas tres naciones (inicialmente) para una estrategia de defensa integral, masiva y dispersiva, debemos lograr que cada día más generales y almirantes yankis como Fallon renuncien por la inviabilidad de acciones militares contra una nación insumisa. Cuba, con las respectivas modernizaciones que ya urge tener, puede significar por si mismo, lo equivalente a dos o tres portaaviones, Ecuador una vez reciba la modernización de su fuerza que es casi seguro que vega tras esta acción colombiana, deberá garantizar por si sola una fuerza equivalente a un portaaviones. Así, y con todas estas seis o siete revolucionarias unidades equivalentes a igual cantidad de grupos de batalla yanki, estos últimos, movilizaran a sus unidades de la USNAG de los estados sureños, y mantendrán siempre una ventaja numérica, pero es en este momento en que se podría recurrir a tácticas y estrategias de guerra asimetría aérea, que no abordaremos por considerarlas comprometedoras a la seguridad nacional.
Con este queremos explicar que más que los 72 cazas Su-35 que usted propone, hay que equipar lo equivalente a tres divisiones aéreas, esto incluye la sustitución de la flota de cazas ligeros (VF-5, F-16 y Mirage-50), el incremento de la flota de Su-30MK2, y finalmente la compra de los Su-35. Las cifras sugeridas podrían ser las siguientes:
72 Su-35
72 Su-30MK2
72 MiG-35 (para sustituir a los cazas ligeros)
A esto habrá que añadir las aeronaves de adiestramiento intermedio y avanzado (como los mencionados extraoficialmente K-8 y L-15 chinos), las aeronaves (helicópteros) de rescate SAR y CSAR, reconocimiento, reabastecimiento en vuelo, guerra electrónica y alerta temprana, que requiera cada una de las tres divisiones aéreas en cuestión.
Venezuela así mismo deberá ir pensado desde ya en la posibilidad de adquirir bombarderos medianos como los Tu-22 (aunque sean usados) o bombarderos ligeros como los Su-32 (políticamente mucho más viables, toda vez que Brasil también esta pensando en ellos, incluso la empresa Sukhoi realizó hace un par de años una demostración en Brasil de estas naves, las cuales cuentan con un interesante versión de ataque naval: Su-34FN).
Un Imperio desquiciado obliga a estas medidas y así habrá que hacérselo ver a la población toda.
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