La invasión vendrá por el Orinoco
Por: Braulio Martínez Zerpa
Fecha de publicación: 25/07/06
En otros artículos he planteado que existen tres hipótesis concernientes a una posible invasión de Venezuela por parte del Imperio Yankee: la primera, que correspondería a una invasión directa por parte de dicho imperio; la segunda, se realizaría a través de la utilización de un tercer país; y, la tercera que se correspondería con una combinación de las dos anteriores. Ahora analicemos por separado cada una de estas hipótesis:
PRIMERA HIPÓTESIS: Invasión directa por el Imperio Yanqui.
Comenzaremos analizando el carácter de ése pueblo. El pueblo Yanqui es, en principio, un pueblo gavillero, pandillero y patotero; individualmente son sumisos y sin atrevimiento suficiente para emprender cualquier operación riesgosa, sólo lo hacen cuando se juntan en partidas y, siempre y cuando exista una superioridad numérica y tecnológica abrumadora por parte de ellos. Así vemos como en las últimas invasiones de este Imperio estos elementos han estado presentes; veamos: Yugoslavia, un País pequeño, prácticamente desarmado y sin el apoyo de la extinta Unión Soviética (nunca lo hicieron cuando Yugoslavia era parte de ese otro Imperio). Afganistán: un País sin fuerzas armadas, su defensa era ejercida por grupos de milicianos que fundamentalmente contaban con su coraje como arma defensiva predominante, allí nuevamente la pandilla hizo de las suyas. Iraq: éste País fue sometido a un constante bombardeo durante un tiempo aproximado de diez años, de manera de debilitarlo lo suficiente como para que los riesgos sean imperceptibles. Recuerden que durante la llamada guerra del desierto, papá Bush no se atrevió a invadir Iraq, ya que, según sus propias palabras los riesgos iban a ser muy grandes, a pesar de que para ese entonces la superioridad del Imperio era significativa. Ellos escogen a países pequeños como posibles contendientes; ejemplo; Corea del Norte, Cuba, Venezuela y otros, donde su superioridad sea la indicada para que la pandilla se imponga; pero, no vemos que desafíe a cualquier país de mediana fortaleza, porque las pandillas lo que esconden detrás de sí es su gran cobardía.
Cómo operaría la estrategia del Imperio en la materialización de ésta hipótesis, en base al modus operandi patotérico ya analizado. En primer lugar, nos someterían a un sistemático bombardeo con el fin de destruir nuestra Fuerza Armada; atacarían nuestras industrias básicas, entre ellas a nuestras represas generadoras de electricidad, nuestros embalses de agua potable, nuestros puertos y aeropuertos, carreteras, puentes, medios de transporte, etc, etc.. Después, la pandilla puede invadir y para ello utilizarían desembarcos anfibios en nuestras costas, fundamentalmente a través del Orinoco, ya que en esa zona se encuentran objetivos estratégicos fundamentales: tales como: La faja petrolífera del Orinoco, las fuentes de hidro-electricidad, el hierro, el aluminio, el uranio, etc. Una invasión a través del Orinoco tendría la ventaja, para el invasor, de partir el País en dos espacios geográficos, privándonos de entrada de todos estos recursos vitales a nuestra existencia; y, a partir del mismo Orinoco realizar ataques en pinza hacia el Norte, lo cual facilitaría la consolidación de todo el territorio nacional. Nuestro Libertador Simón Bolívar vislumbró ésta ventaja estratégica (recuérdese la Campaña de Angostura), que a la postre, a través de la Batalla de Carabobo, nos dio nuestra independencia.
Ahora bién, nos quedaría, como acto seguido, responder a la pregunta de QUÉ HACER. Lo primero que tendríamos que realizar sería dotar a estas fuentes hidro-eléctricas de suficiente defensa tierra-aire, tanto de baja, mediana y gran altura para evitar el bombardeo aéreo ( si no las tenemos debemos adquirirlas de inmediato). Estas unidades de defensa aérea deben, igualmente, instalarse en nuestros aeropuertos, puertos navales, bases aéreas, bases navales, fuertes terrestres, dependencias oficiales, embalses de agua, en puentes importantes como el puente sobre el Lago de Maracaibo y sobre El Orinoco, refinerías, oleoductos, campos petroleros, poblaciones importantes, etc.
Muy importante, las islas tales como: Margarita, La Tortuga, La Orchila y los Roques deben ser fortificadas, tal y como hicieron los españoles durante la colonia, para evitar que sean tomadas para controlar el tráfico marítimo, para que sirvan de puerto a las naves imperiales de guerra o que sirvan para instalar bases de cohetes contra tierra firme.
Cualquier desembarco a nuestras costas sólo es posible hacerlo en zonas de playa o de puertos, en consecuencia, deben ser observadas cuidadosamente, a través de reconocimiento aéreo, así como disponer de fuerzas móviles para contrarrestarlos.
En cuanto a la aviación de combate, en un artículo publicado recientemente en estas páginas, denominado Carta Abierta al Ciudadano Presidente de la República, en Relación a la Adquisición de los sukhoi-30, expresé que en vez de comprar 24 aviones, comprara 30 y creara con ellos la Escuela Avanzada de Combate, para entrenar a nuestros pilotos de caza; y que, adquiriera 72 aviones Sukhoi 35, que tiene mayores prestaciones que el Sukhoi 30, tiene un mayor radio de acción, lleva más cargas externas, puede lanzar cohetes aire-aire al doble de la distancia ( 400 Kms.), lleva cohetes que pueden hundir un porta-aviones. En síntesis, esta sería el arma ideal para disuadir al Imperio de no cometer la locura de invadirnos, porque donde hay riesgos para ellos no invaden, tan sencillo como eso.
En cuanto a la defensa del Orinoco, existen unos misiles submarinos fabricados en la hermana República de Irán, que está considerado como el más veloz del mundo (360 KPH), el cual es cuatro veces más veloz que un torpedo. Rusia tiene uno de igual características denominado VA 111 Shkval, que son capaces de hundir cualquier barco o submarino; yo recomiendo que se adquiera un número significativo de estos misiles submarinos a objeto de colocarlos en nuestras naves de guerra, puertos y en la desembocadura del Orinoco, concretamente en Macareo, creando un Puesto Fluvial en dicho sitio. Igualmente, deben colocarse lanchas torpederas entre Macareo y la desembocadura del Río Arauca.
SEGUNDA HIPÓTESIS: Invasión a través de un tercer País.
Si cumplimos con la defensa y equipamiento antes señalado, entonces, es muy probable que el Imperio no se decida a correr los riesgos de un ataque directo y recurra a un tercer país, que no puede ser otro que “la hermana” República de Colombia y para lo cual han creado el llamado Plan Colombia; sin embargo, dada la amistad y entendimiento de los Presidentes de ambas Repúblicas, ésta hipótesis es poco probable que se lleve a cabo, pero hay que prepararse por aquello de que “donde manda capitán no manda marinero” y todos sabemos que el Gobierno de ese País es un seguidor incondicional del Imperio.
Para esta hipótesis es válido todo lo dicho para la analizada anteriormente, pero con la añadidura de que la aviación de combate cobraría una importancia capital, dado que nos permitiría neutralizar toda su infraestructura. Esto nos obliga a adquirir los 72 aviones Sukhoi 35 con toda su carga mortífera, igualmente, dotarnos de armas anti-tanque y lanza cohetes tierra-aire.
TERCERA HIPÓTESIS: Una combinación de las dos hipótesis anteriores.
Esta, a la luz de éste análisis luce como la más probable, debido a que los ataques nos vendrían tanto por el Norte, el Este como por el Oeste, por lo tanto, no debemos escatimar en los gastos necesarios para defendernos o de lo contrario seremos nuevamente COLONIA.
Braulio Martínez Zerpa, coronel de Aviación en situación de retiro y abogado de la República.
brauliomartinez@cantv.net
http://www.aporrea.org/tiburon/a23847.html
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