Caracas, 23 Jul. AVN .- “Tiene ocho años el gobierno del señor (Álvaro) Uribe atacando, mintiendo y creando falsos positivos contra Venezuela para justificar lo injustificable pero una vez más fracasaron en su intento de mentir”, expresó el pasado jueves el Ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro.
El canciller Maduro emitió tal declaración a propósito de las acusaciones en contra de Venezuela —sin pruebas fehacientes— que fueron presentadas por el embajador neogranadino ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Alfonso Hoyos, tras las cuales el gobierno Bolivariano decidió romper relaciones con la saliente administración uribista.
Hoyos —sobre quien pesa una inhabilitación de por vida para ocupar cargos de elección popular por haber cometido diversos delitos de corrupción administrativa— pidió en el seno de la OEA que Venezuela fuese sometida a una “revisión internacional”, cuestión considerada por el gobierno Bolivariano como una violación a su soberanía.
“Este señor Hoyos, muy asustado, muy nervioso, muy agresivo, emprendió una andanada contra nuestro país pero yo no calificaría ninguna de las cosas que él presentó como una “prueba”, lo que presentó fue un bodrio (...) Este señor tuvo una hora y cuarenta y cinco minutos sin saber por dónde agarrar y cuándo terminar, realmente eso fue una falta de respeto a los países representados en el consejo permanente”, sentenció el canciller venezolano.
No obstante, la ruptura no fue una sorpresa para el Gobierno de Uribe. Horas antes de presentar las “denuncias” sobre la supuesta presencia en Venezuela de insurgentes de las FARC y el ELN, la embajadora del vecino país en Caracas, María Luisa Chiappe, abordaba un avión rumbo a Bogotá, convocada de urgencia por su Cancillería.
En medios de prensa colombianos, esa convocatoria anticipada ha sido considerada como prueba de que el Gobierno de Álvaro Uribe daba pasos, a plena conciencia, para provocar el rompimiento de las relaciones bilaterales por parte de Venezuela.
Dicho de otro modo, que las denuncias presentadas en el organismo hemisférico no buscaban la solución de una supuesta situación irregular (la pretendida presencia de fuerzas guerrilleras colombianas en territorio venezolano), sino directamente suscitar la ruptura.
Reincidencia en “montajes”
“Ahora cuéntame una de vaqueros”, expresó el representante permanente de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton Matos, luego de escuchar la prolongada e incierta presentación de Hoyos.
Para Chaderton, el presidente colombiano, Álvaro Uribe Velez, ha sido reiterativo en la presentación de “montajes” para intentar involucrar al Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, en un supuesto apoyo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), sin que nunca haya podido demostrar la veracidad de tales acusaciones.
“A lo largo de los años, pero especialmente durante el Gobierno de Uribe, se han empeñado las autoridades colombianas en patrocinar, ordenar, instruir y asegurar montajes que ayuden a crear una matriz de opinión pública contra Venezuela, que favorezca la práctica de su Gobierno (...) para ocultar las cosas que ocurren en Colombia bajo su mandato”, afirmó Chaderton.
Con respecto a la “revisión internacional” a Venezuela que exigió Hoyos, Chaderton propuso “una visita a las siete bases militares estadounidenses en Colombia”, cuestión que planteada el año pasado en una Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) pero que fue negada por el gobierno de Uribe por considerarlo como “una violación a su soberanía”.
Cronología de agresiones del Gobierno de Uribe
31 de enero de 2002: Sectores de la derecha colombiana calificaron una operación humanitaria de rescate —realizada en el año 2000 por el ejército venezolano— como un paso del Presidente Chávez “para otorgarle el status de fuerza beligerante” a las FARC, según la BBC.
La operación fue hecha pública cuando periodistas presentaron un video en el que se observaba a oficiales venezolanos negociando con las FARC la liberación de un ciudadano capturado por el grupo colombiano.
25 de mayo de 2002: El gobierno colombiano otorgó asilo político a Pedro Carmona Estanga, empresario que usurpó el poder en Venezuela luego del golpe de Estado contra el presidente Chávez en abril. Aunque en 2006, la Fiscalía venezolana solicitó la extradición de Carmona, éste todavía reside en Bogotá y dicta clases como profesor universitario.
9 de Mayo de 2004: El gobierno venezolano informó sobre la captura de más de 50 mercenarios colombianos en una hacienda de las montañas del sur de Caracas, que tenían como objetivo atacar el palacio presidencial de Miraflores y algunas instalaciones militares como parte de un plan desestabilizador.
13 de diciembre de 2004: El gobierno venezolano denunció el secuestro en Caracas de Rodrigo Granda, negociador de las FARC, lo que fue considerado por el Presidente Chávez como una violación a la soberanía de nuestro país.
En esa oportunidad, fue llamado a consultas el embajador de Venezuela en Colombia, Carlos Santiago Ramírez, y se anunció la suspensión de los lazos comerciales con Colombia hasta que Uribe ofreciera una disculpa formal por su irrespeto.
En enero de 2005, Colombia expresó en un comunicado “su mayor disposición para revisar los hechos (...) a fin de que si han resultado inconvenientes ante el examen de la República Bolivariana de Venezuela, no se repitan”.
25 de noviembre de 2007: Uribe decidió excluir del acuerdo humanitario a Chávez —quien había logrado importantes gestiones en el proceso de mediación con las FARC—, razón por la cual el presidente venezolano anunció la ruptura de relaciones con su homólogo neograndino.
2 de marzo de 2008: Tras la violación de la soberanía de Ecuador por parte del Ejército colombiano —que planificó el bombardeo a un campamento de las FARC para asesinar al comandante guerrillero Raúl Reyes—, el presidente Chávez ordenó la movilización de unidades blindadas y la aviación militar a la frontera para impedir una eventual incursión colombiana en nuestro territorio.
Ese mismo año, el director general de la policía de Colombia, Óscar Naranjo, aseguró que en una computadora personal de Raúl Reyes —que resistió al bombardeo de la violenta incursión militar— fueron encontradas “graves evidencias” de supuestos vínculos entre los Gobiernos de Venezuela y Ecuador y la guerrilla.
Hasta el momento el Gobierno de Uribe no ha consignado ningún documento extraído del supuesto computador.
20 de julio de 2009: El gobierno de Uribe —luego de haberlo negado en repetidas oportunidades— anuncia la firma de un permisivo acuerdo militar con Estados Unidos, considerado como la entrega de la soberanía de Colombia al gobierno norteamericano.
21 julio de 2009: Fue suspendida una reunión de la Comisión Binacional de Alto Nivel (Coban) que se realizaría en Bogotá, por voluntad política del Presidente Chávez.
De acuerdo al canciller venezolano, Nicolás Maduro, ese encuentro iba a elevar las relaciones al más alto nivel pero el anuncio de la firma de un convenio entre Uribe y el gobierno de Barack Obama que permitiría la instalación de siete bases militares estadounidenses en Colombia, fue considerado por Caracas como una grave amenaza para los países de la región.
28 de julio de 2009: A pocos días de haberse aprobado el convenio militar con Estados Unidos, el gobierno de Uribe acusó a Venezuela de entregar fusiles y lanzacohetes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a la guerrillas colombiana.
El Gobierno venezolano desmintió el señalamiento con pruebas concretas presentadas públicamente por el propio mandatario nacional, quien advirtió que ese incidente sólo buscaba justificar una incursión militar en Venezuela, tal como ocurrió en Ecuador.
15 julio de 2010: El ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, afirmó en una rueda de prensa —sin la presencia de medios internaciones— que integrantes de las FARC, entre ellos Iván Márquez, mantenían una reunión en territorio venezolano. Aunque Silva ofreció entregar las supuestas pruebas de estas acusaciones, la prensa no tuvo acceso a ellas.
Venezuela consideró la acción de Silva como “un intento desesperado por minar el terreno de una eventual normalización de las relaciones bilaterales, donde no ha faltado la intriga de la Embajada de los Estados Unidos en Bogotá, cuyo titular fue consultado por el Ministro de Defensa antes de ofrecer su rueda de prensa”.
22 de julio de 2010: Venezuela rompe definitivamente sus relaciones con Colombia luego de que el representante neogranadino ante la OEA presentara una serie de acusaciones sin sustento contra nuestro país.
12:01 23/07/2010
http://www.abn.info.ve/node/6661
1 comentario:
esto es un hecho triste y terriblemente cruel.... creo que se debe indagar a fondo para establecer quien o quienes son los responsables. la suma de muertos es espantosa y no creo que colombia se meresca algo igual
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